¿Cuál sería el Papa ideal para la iglesia católica?
Cuando le preguntamos a la inteligencia artificial respecto a cómo debería ser la personalidad del nuevo Papa nos responde:
La personalidad ideal del próximo Papa de la Iglesia Católica, según varios análisis, sería la de un líder global y moral, capaz de un liderazgo fuerte y capaz de enfrentar los desafíos actuales.
Se espera que sea una persona creyente, anclada en la tradición, audaz en la misión, misericordiosa y clara en la doctrina.
También se busca un Papa con fortaleza de espíritu y cuerpo, que pueda dirigir la Iglesia con vigor y capacidad de gobierno.
Entendemos eso como que la iglesia necesita un Papa con liderazgo, fuerte de personalidad y con altos valores morales.
Anclado en la tradición, audaz en la misión y claro en la doctrina, nos habla de una persona abrazada al dogma y conservadora. Entendemos fortaleza de cuerpo y espíritu como que debe ser un religioso sin dudas de fe, ni de doctrina y que sea sano, para un mandato largo.
Y cuando le increpamos respecto al Cardenal, en competencia, que mejor se ajusta a esta descripción, “inteligentemente” nos dice que no puede sugerir un nombre, por los múltiples factores que influyen en la elección. Entonces lo haremos al modo tradicional. Pero todo esto no es más que un ejercicio especulativo y con poco valor predictivo, porque como la misma IA lo explica, la escogencia de un Papa va más allá de simples esquemas.
Mucho se ha escrito (y se escribirá) sobre este tema. No existe mejor terreno para la especulación que una elección que ocurre a puertas cerradas y que, además, las papeletas del voto, se queman al finalizar el conteo y anunciar el ganador.
En total serán 135 cardenales con derecho a voto que formarán parte del claustro, encierro durante el cual, los Cardenales debaten sobre el futuro de la iglesia y escogen al líder, el cual, en teoría, responde mejor para resolver los desafíos futuros del catolicismo.
Para ser electo Papa se requieren, desde 1922, la aprobación de dos terceras partes de los votos, es decir, en este caso específico, 90 votos a favor.
De los 135 Cardenales que, en teoría, pudieran ser elegidos Papa de la iglesia católica, 108 fueron nombrados por el Papa Francisco, razón por la cual, muchos tienden a pensar que el ganador estará en este grupo y que, además, tiene (Francisco) la continuidad de sus ideales garantizados, sin embargo, esto tan es así.

El Cardenal Gerhard Müller, nombrado por Francisco, es uno de sus más fuertes adversarios y ha dicho públicamente que, en caso de ser electo un continuador de la obra de Francisco, (a quien ha llegado a llamar hereje), la iglesia católica estaría en serios problemas y a las puertas de una división.
Por otra parte, si bien los EEUU no tienen suficiente fuerza interna en la elección, sí tienen un peso importante por sus aportes en el financiamiento del Vaticano. Unos afirman que estos pudieran llegar al 40 % mientras que Nicolás Senèze, investigador y experto en el tema, asegura que este aporte no llega al 30 % del total del financiamiento de la Santa Sede, sin embargo, asegura que el ala conservadora católica de los EEUU, tiene, además del económico, otros modos de influencia.
La iglesia católica enfrenta grandes desafíos para sus próximos años, muy al contrario de lo que se cree, su feligresía ha crecido, sobretodo en Asia y África. Se calcula que sus feligreses han aumentado en 300 millones de personas en 25 años.
El número de católicos ha crecido en todos los continentes a excepción de Europa, pero, ha mantenido un porcentaje de alrededor del 17 % de la población mundial, y el número de sacerdotes en proporción con su feligresía, sigue en descenso.
Es aquí donde la misión pastoral cuenta para elegir sacerdotes cercanos, de trato fácil, buenos comunicadores y hábiles con el manejo de medios tradicionales y redes sociales. Que puedan hacer empatía con la juventud y personas de mediana edad. El gran precursor de este perfil fue el Papa Juan Pablo II, quien acercó la figura del papa a la población católica. En este punto sobresale el Cardenal Filipino, Luis Antonio Tagle.
Pero a este ideal se antepone el dogma católico, el fundamento de la religión y su enfrentamiento dialéctico (valga el término) con la realidad y los nuevos valores intersubjetivos de la sociedad.
No es necesario hacer una encuesta o un estudio de opinión para asegurar que muchos jóvenes católicos, practicantes, tienen una opinión encontrada con la iglesia respecto a cuestiones como el aborto, la sexualidad, el género, el rol de la mujer en la iglesia, la concepción del pecado, el matrimonio, los sacramentos, el amor, e, incluso, el perdón.
Son problemas intrínsecos que tendrá la iglesia en su discusión interna. Hay sectores muy dogmáticos y conservadores que ven, incluso posturas conservadoras como las del Cardenal Pietro Parolín, como muy permisivas. Ese debate se dará en los próximos días y, seguramente, en los próximos años.
Además de estos dos escenarios en los que se desenvolverá el nuevo Papa, la iglesia y la misma humanidad, reclama líderes espirituales comprometidos con los valores esenciales que nos permitan, a los humanos, recuperar la fe en nosotros mismos.

Cardenal Pietro Parolín
El Papa debe ser un político, cuya palabra pese en el desarrollo de los acontecimientos mundiales. Francisco abrió un camino con sus opiniones sobres las guerras, las ocupaciones y la migración. Sus palabras tuvieron peso en el accionar de los Estados y su relación con los pueblos. No en vano dos de los Cardenales con chance de ser los nuevos rectores de la iglesia católica, son reconocidos por sus esfuerzos en terrenos francamente hostiles: Pietro Parolin, como Secretario de Estado de la Santa Sede y Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén.

Cardenal Pierbattista Pizzaballa,
Muchos temas puso el Papa Francisco en boca de los miembros de la iglesia y de los analistas de su desenvolvimiento. Su personalidad marcó un estilo de papado, el cual no sabemos si terminará con su muerte. Lo que sí dejó representado fue el carácter multicultural de la iglesia, ya que, con el nombramiento de cardenales, logró aumentar significativamente la representación de religiosos del mundo entero para conformar el cuerpo decisorio de la iglesia católica.

Todo apunta a que este cónclave no será fácil. La memoria nos lleva hasta Juan Pablo II cuyo nombramiento requirió hasta ocho jornadas para alcanzar el consenso. Todo parece indicar que esta será un cónclave largo. Aunque, luego de las bandadas de palomas blancas sobre el Vaticano en las horas previas al funeral y la apertura de las nubes sobre la Capilla Santa María la Mayor, lugar señalado por el papa para su entierro, cualquier cosa puede pasar.
Los 135 Cardenales inician el claustro el 07 de mayo y este, sólo terminará, con el anuncio del nuevo Papa. Las votaciones se inician ese mismo día, se calcula, que, en promedio, se hacen al menos una ronda de votaciones en la mañana y otra en la tarde.
Si al término de 3 días no hay un candidato con las dos terceras partes del total de votos a su favor, (90 votos), entonces los purpurados se toman un receso de un día para orar y conversar.
Al quinto día se reinician las votaciones siguiendo el mismo protocolo por 7 veces. En caso que no se logre el consenso de las dos terceras partes. Se escogen a los dos Cardenales más votados, quienes, en una especie de segunda vuelta, competirán solos por el trono de San Pedro.