La realidad será el lujo del futuro.
A inicios de 2024, Jeb Terry, CEO de Cosm, anunció en el Congreso Anual Deporte del Mañana (Sport Tomorrow Congress) una noticia que abriría una ventana de posibilidades para los consumidores de entretenimiento en el mundo entero: la apertura en Norteamérica del primer centro de realidad compartida.
Estos lugares se podrían describir como domos equipados con tecnología capaz de sustituir la realidad: pantallas 12K y equipos capacitados para transmitir datos sin interrupción ni latencia que hacen posible participar y vivir espectáculos que ocurren a kilómetros de distancia.

Los espectadores adquieren su entrada y se ubican, según su compra, en palcos que varían esencialmente en la comodidad: sitios VIP, gradas y espacios donde el evento puede disfrutarse de pie. Actualmente, estos recintos tienen una capacidad para albergar entre 2500 y 3000 personas.
Las pantallas de 12k permiten apreciar los detalles del espectáculo en tiempo real, pero con definición digital, distintas tomas o ángulos de la realidad y repeticiones de los momentos más impactantes, sin necesidad de lentes de realidad virtual y con el plus de compartir con tus amigos.

La globalización ha impactado profundamente el modelo de consumo y los seguidores de franquicias y espectáculos de todo tipo demandan asistencia a cada evento en todas partes del mundo.
No es un secreto que, por ejemplo, en el deporte, son más las personas que se quedan fuera del recinto que las que logran el acceso. ¿Las razones? Unos afirman que cada vez es más costoso asistir a un evento deportivo y otros dicen que el aforo nunca es suficiente.
Esta idea, de madurar, podría resolver estas situaciones. Hoy en dos ciudades de los EEUU se puede vivir esta experiencia: Los Ángeles y Dallas, y próximamente en Detroit y Atlanta.

Ingresando a la página web de Cosm, se puede ver la cartelera de ofertas de entretenimiento con las que ya cuenta, que abarcan desde juegos de la NBA, NFL, 500 millas de Daytona, Premier League y UFC. Además de espectáculos artísticos como El Cirque du Soleil, Willy Wonka & the Chocolate Factory in Shared Reality, The Matrix in Shared Reality y Double Feature Event – Orbital & Liquidverse.
Así como en un momento de nuestra historia parecía impensable replicar salas de cine por el mundo entero, la velocidad del avance de la tecnología y la posibilidad de acceso a ella hacen previsible la diseminación de estos domos en todos los países.
Las posibilidades son infinitas. Existen espectáculos creados especialmente para salas de realidad compartida con imágenes captadas desde el espacio para vivir la experiencia de un viaje orbitando alrededor de la Tierra.

También visitas VIP a los museos más relevantes del mundo y carteleras de conciertos para presenciar en tiempo real a los artistas más influyentes del momento.
Vivir la experiencia de estar donde se genera la realidad será un verdadero lujo y las masas nos conformaremos con aceptar la “verdad” de las pantallas. Ojos que ven, corazón que siente y cerebro que procesa la experiencia visual y la almacena como un recuerdo legítimo de participación y protagonismo.

1.750 dólares en taquilla por cada entrada de ronda eliminatoria para presenciar en primera fila un juego de Los Ángeles Lakers, mientras que por ese mismo monto 6 personas podrían disfrutar (el mismo evento) en un palco VIP en el centro Cosm de realidad compartida.
La realidad será el lujo del futuro.

