Más humano

La indolencia: protagonista de la muerte de Liam Payne.

La impactante muerte del músico, ex integrante de One Direction, conmocionó al mundo de la música, tanto por lo grotesco de la escena del fallecimiento, como por la fuerte sensación de soledad de sus últimos momentos y la impotencia en aquellos que sintieron empatía por la situación de esta persona, que, al parecer, se encontraba enceguecido por las drogas.

Liam Payne tenía una historia de debilidad comprobada por los estimulantes. Había estado en clínicas y procesos de rehabilitación en más de una oportunidad, En 2023, en testimonios dejados en su canal de you tube y en entrevistas, admitió sus problemas que, incluso, lo llevaron a protagonizar pleitos públicos con sus excompañeros de la banda.

Niall Horan, ex compañero de Liam se presentaba a principios de octubre en Argentina en el Movistar Arena de Villa Crespo, por lo que el artista, en compañía de su novia desde 2022 kate Cassidy, decidieron estar presentes en la ocasión.

Según narra su compañera, la visita era por 5 días y ya tenían dos semanas en Buenos Aires. El diario La Vanguardia asegura que, no pudieron volver a los EEUU por problemas con el visado estadounidense, el cual le sería renovado, dos días después de su trágica muerte.

El 14 de octubre Kate Cassidy regresa sola a los EEUU, el 18 de octubre el mundo se conmueve con el audio de la llamada de los trabajadores del hotel describiendo la situación que vivían con el artista, la cual, dejó más dudas, que certezas en los fans y familiares.

Hoy han sido imputadas tres personas por su participación en la muerte de Liam Payne: un empresario (artístico) argentino, un empleado del hotel y un distribuidor de drogas, todos acusados de generar situaciones que facilitaron la crisis que desencadenó la muerte de Payne.

Al empresario le serán imputados cargos por abandono de persona, fundamentadas en el conocimiento (por su cercanía) de las debilidades y adicciones de Payne, las cuales no solo fueron obviadas, sino que, según las autoridades, esta persona, facilitó el entorno para su agravamiento. Además de que, teniendo las posibilidades, no reveló a la familia la situación que atravesaba el artista.

Aparentemente el empleado del hotel le facilitaba las drogas entregadas por el traficante cerrando el círculo de las tres personas involucradas en los acontecimientos que llevaron al descontrol fatal del inglés.

Liam Payne no solo había declarado públicamente el horror que vivía cada vez que el consumo lo controlaba, sino que, además, según versiones de prensa, había sido diagnosticado con trastorno bipolar.

Casos como el de Michel Jackson y Matthew Perry, solo por citar dos, curiosamente, las investigaciones encontraron una estructura de cómplices que, para obtener beneficios económicos, explotaban las debilidades de los artistas. En todos los casos un ser apreciado o cercano abona el terreno para la conspiración.

La enfermedad más terrible del ser humano es la indolencia, aquella que lleva a otros seres a sacar partido de las debilidades de sus semejantes.