Sociedad

Messi y la soledad

Messi es una personalidad mediática, de eso no hay duda. Sin embargo, detrás del reconocimiento mundial que posee por las habilidades casi inhumanas para practicar el deporte espectáculo del siglo XXI, vive en una eterna soledad marcada por la distancia que existe entre las aspiraciones del fanático argentino y los éxitos que bajo su mando le ha prodigado la selección albiceleste.

No lo comparemos, no lo miremos de reojo ¡Basta! Incluso se ha llegado a afirmar que padece el síndrome de Asperger, una suerte de autismo que encaja a la perfección con la personalidad del astro argentino.

Messi y la camiseta

A los 11 años de edad y con un diagnóstico (este dato si es confirmado) de problemas de crecimiento “La Pulga” fue firmado por el club Barcelona y llevado a Europa, donde se le costearía el tratamiento y formaría parte de los equipos menores del club. El resto es historia. Allí vive como un Dios. En un lugar apartado, de vista privilegiada. Sin molestias y atendido. El dato surge porque muchos ven en el rendimiento de Messi con la selección un desapego al amor patrio. Ese que hace exaltar la adrenalina y llevar a los jugadores a niveles distintos en su rendimiento: “a dejar todo en la cancha”. Se ha llegado a decir que Messi es más del Barcelona que de la selección nacional.

 

Dime con quién andas

Otras voces más cercanas al campo de juego que a las gradas, afirman que el problema del rendimiento de Messi se centra en la compañía, en quienes están a su lado en el equipo Argentino. “No se puede comparar el medio campo del Barcelona con el de la selección” e indican que el astro jamás consigue los espacios para desarrollar su juego como sí lo alcanza con la azulgrana.

La AFA (Asociación de Futbol Argentino), le agrega más pimienta al guiso. Viene de superar toda una suerte de problemas, escándalos vinculados a la corrupción en la FIFA, detenidos, dimes diretes. Lo cierto es que, producto de esta crisis o no, la selección ha visto pasar desde el 2014 hasta la fecha 4 técnicos. Desde junio de 2017 asume la conducción Jorge Sampaoli y no se ha ido, según lo reseña el portal digital LAFM (Colombia) debido a que el contrato firmado es por 5 años y la suma que deberá pagar la AFA por rescindirlo en estos momentos se acerca a los 20 millones de dólares. Por lo que, según indican, se mantiene en el cargo por razones económicas más que deportivas.

Messi y su personalidad

Quienes lo conocen afirman que el argentino posee una personalidad retraída, poco sociable y con problemas para ajustarse al impacto social de su genio. Según el articulista de El País, Ramón Besa, Messi puede estar toda la noche en una fiesta sin levantarse de la silla ni congeniar con nadie del lugar.

Un mito del balompié mundial (y para colmo argentino)  cometió una infidencia y, sin querer queriendo, dejó escapar su pensar sobre “La Pulga”, “le falta personalidad” le dijo Maradona a Pelé, para responder a la consulta del brasileño en la antesala de un partido, todo ello vinculado a la capitanía de Messi de la selección.

Otro periodista que lo ha visto de cerca es el argentino Roberto Martínez, quien indica que el astro posee, además de todas sus cualidades atléticas, una extraordinaria habilidad para abstraerse y concentrarse solo en lo que le incumbe y lo ocupa. Sin dejar lugar para la distracción en cosas que a su entender, puedan parecer fútiles.

Allí se conecta con la soledad y se sumerge en el laberinto de sus dudas y temores, haciéndonos ver que, aunque no lo queramos, es más humano o tan humano como cualquiera de nosotros.

Que le piden a Messi

Parecen que le piden lo imposible: que sea distinto a él; Que si no le llegan las pelotas, que las busque. Si no puede el equipo, que haga todo. Que suba, que baje, que defienda. Que llore. Que de grandes ruedas de prensa y deje colar información de sus compañeros y técnicos. ¡Que haga escándalo pues! Que no aburra.

El otro Messi

El entrenador argentino Ricardo Caruso  Lombardi, ha dejado claro en el programa de la cadena Fox Hablemos de Futbol, que Messi, muy al contrario de todo lo dicho, impone su voluntad en la selección. Se juega con los que él quiere y como él quiere. Incluso dejó entrever que el “Cholo” Simeone, tomaría las riendas de la selección solo cuando Messi no esté en ella. Esto desdibuja la personalidad del Astro y lo ubica como una persona calculadora y caprichosa, que impone su voluntad a fuerza de quien sabe que chantajes o presiones.

 

Messi y la soledad

Con todo esto carga Messi: con la selección, con el técnico, con el fervor de un país y con su lucha particular, una interna. Una que, de vencer, lo catapultará al recinto celestial del futbol. Aquella que lo consagre definitivamente como uno de los mejores del mundo. Una lucha difícil por las circunstancias que la rodean: ser campeón del mundo.

Messi no cuenta con el ego suficiente como jugar en soledad. Requiere compañeros y equipo. Requiere de alegría y fútbol.

Messi caminó más solo que nunca por los túneles del estadio de San Petersburgo antes del encuentro con Nigeria al partido que ha podido ser la despedida de este mundial y terminó más acompañado, abrazado, querido, el estado ideal para desarrollar su juego. La agonía se prolongó por una fecha más y la historia reseñará la derrota 3 a 0 de la selección Argentina ante la sorpresiva Croacia como el último capítulo de la participación Argentina en el mundial de Rusia. Pero, más allá del resultado, esta realidad puede marcar el futuro del Astro Argentino para siempre, y consagrarlo como el mejor que nunca pudo con la gloria del mundial.