Comunicación

Locos por la Marca Personal

Hoy los puestos de trabajo son muy disputados y existe una fuerte competencia por alcanzar contratos y niveles gerenciales que representen un plus o valor agregado para cada profesional.

A esto se suma la tendencia contemporánea de trabajadores independientes o emprendedores que se constituyen en su propia empresa que ha venido a suplantar el norte de todo profesional del siglo pasado: conseguir un trabajo en una buena empresa o compañía para desarrollar su talento.

Solo las grandes organizaciones pueden costear el sueldo de profesionales de alto nivel, por lo que la lucha se hace feroz y la disponibilidad de puestos de trabajo muy reducida.

Este panorama, de la mano del mundo virtual, ha generado el concepto de Marca Personal y de Personal Branding como herramientas para mejorar la competitividad laboral. Este concepto exige al emprendedor y profesional aplicar postulados de mercadeo de productos a sí mismo, a su persona. Entendiendo que no debe perder (muy al contrario) debe exaltar su lado humano.

Qué es la Marca Personal?

El cliché legado por Jeff Bezos (fundador de Amazon) indicaba, palabras más, palabras menos, que una Marca Personal es lo que dicen de ti cuando tú no estás. Es decir, la opinión que generas en las personas que están a tu alcance, en tu ámbito de acción y relación.

Y si decimos opinión entonces nos referimos a un intangible y nos acercamos al término clásico de Imagen Personal tan popular en los años 1980 y 1990. Parece lejos pero eso fue ayer en términos sociales.

Volvemos entonces ¿Qué es la Marca Personal?

Pues es lo que nos distingue de cualquier otro profesional que preste el mismo servicio que nosotros, es decir, de nuestra competencia. En términos de mercadeo el producto es nuestro servicio profesional y nuestra personalidad, carácter, reputación cargan de valor ese servicio (o producto) diferenciándolo, para bien o para mal.

Esta diferencia promoverá nuestra selección (o no) por encima de otros colegas, bien sea para ocupar un cargo fijo o para contratar servicios outsourcing de nuestro talento.

 

Ahora bien ¿Quién debe atender y trabajar la Marca Personal?

Esta es la interrogante de muchos profesionales en la actualidad. Y la duda se plantea sobre todo en aquellos emprendedores que desarrollan un servicio y ellos se convierten en su propia marca.

Lo cierto es que el concepto de Marca Personal vino a incorporarse en el decálogo de capacidades de los profesionales del mundo corporativo. Muchos investigadores de Recursos o Capital Humano encontraron que la calificación y el logro (expresado en ganancias anuales) alcanzado por algunos profesionales dependían tanto del manejo de su imagen como de sus competencias. Es decir, entre dos muy buenos profesionales las corporaciones prefieren al de mejor imagen, al que se promueve mejor, ya que esto revaloriza la organización.

Al parecer las corporaciones entienden que no solo el trabajador se nutre del hecho de formar parte de una reputada empresa sino que, por el contrario, la organización también gana valor al incorporar en sus filas a profesionales de intachable trayectoria.

Cuando tu nombre es la marca

Es aquí donde la cosa se complica porque muchos profesionales deciden iniciar lo que llamamos el ejercicio libre de la profesión, convirtiéndose en outsourcing o consultores en sus áreas específicas de conocimiento.

Otro ejemplo es el área médica o terapeuta donde muchos emprendimientos nacen de la idea de independencia profesional y personal basada en la no dependencia laboral. También tenemos el caso de diseñadores de todo tipo, quienes hacen de su trabajo su propia marca. Y aquí radica el detalle. Lo que hay que evaluar es cuánto de mi personalidad influye en la marca de mi producto o servicio. O responder a la siguiente pregunta: ¿Puedo desvincular la marca de mi producto o servicios de mi nombre?

El enredo de las redes

Si entendemos que nuestra Marca impacta a quienes están en contacto con ella, emitiendo mensajes que son interpretados y expresados de forma conceptual por las personas que tienen contacto con nuestras acciones, productos o servicios, es necesario entender que el ámbito de acción supera la barrera de lo físico para incorporar el cúmulo de impactos generados por las redes sociales. Hoy el hombre circunscribe su acción al desenvolvimiento real y virtual. El equilibrio es la clave en esta etapa histórica de la sociedad. Hay que ser coherentes con nuestras acciones y los mensajes emitidos por nuestras redes sociales.

Por lo pronto y como un primer avance te recomendamos:

  • Tener clara una idea de quién eres y cómo quieres ser visto y comprendido. (Analiza que tanto se parece tu ideal a la realidad)
  • A partir de allí fórmate metas por alcanzar (Planes, estrategia)
  • Define a quien quieres enviar el mensaje (Público Objetivo)

A partir de estos tres postulados podrás iniciar trabajos para el control de lo que hoy conocemos como Marca Personal y si contratas a un profesional, seguro le harás más fácil el trabajo y crearás mayores posibilidades de éxito.

Entonces: ¿Marca personal y Personal Branding en es lo mismo?

Pues, estamos con la corriente de autores que no consideran sinónimos a estos conceptos. En principio reafirmamos que la Marca Personal es la huella (Imagen) que se forman terceros de nosotros, mientras que el término Personal Branding, tiene que ver con el proceso de control de conformación de dicha imagen. Por lo que, estamos hablando de procesos distintos, dependientes y  netamente comunicacionales.

Te presentamos una infografía preparada por Lorena Fernández/Paredro para que puedas de manera muy intuitiva, comenzar a trabajar: